Feria de la Candelaria: inusual colorido de cultura, alegría y sentido de pertenencia

Jesús Catalán Gutiérrez
La calle principal de El Espinalillo se vio gratamente adornada por un inusual colorido de cultura, alegría y sentido de pertenencia durante el desarrollo de las actividades de la tradicional feria de la Candelaria en donde se pudo apreciar la participación no solo de los habitantes de la comunidad de los Barrios, sino de los pueblos vecinos, durante las misas, los bautizos, confirmaciones y las primeras comuniones que se realizaron de forma abundante, de forma tal que la misa tuvo que realizarse al interior del nuevo polideportivo de la misma comunidad, mismo que sirvió para recibir la procesión realizada el día primero en donde los pueblos de Cahuatitán y Barrio Nuevo vieron pasar los contingentes ataviados de sus motivos culturales de todos los danzantes como los de la Danza de la conquista cuya puesta en escena nos narra dicho hecho y del cual se pudieron apreciar algunos de los capítulos más importantes .
No podían faltar el apoyo del lienzo charro de los Barrios quienes engalanaron el evento con las demostraciones ecuestres que al ritmo de la música de banda motivaron el aplauso, las peleas de gallo y los toros que durante varios días permitieron la interacción y concurrencia de los aficionados y los juegos mecánicos donde las familias convivieron.
Por la noche la gente disfrutó de una rica velada con números artísticos, de los grupos danzantes, el grupo de danza Quetzalli de Coyuca de Benítez y un grupo de música de banda. En la noche esperada las luces de los juegos pirotécnicos, los toritos y la quema del castillo reunieron a una gran cantidad de personas.
En el recuento, una feria con mucho colorido, con el agradecimiento a quienes por gratitud y disposición lo hicieron posible, aquí cabe el dicho de que ninguno es tan bueno solo como todos juntos y cada hombre es tan fuerte como la fe que tenga en Dios.